Zidane se movía con la armonía de un solo ser con el balón. Con una maestría y sofisticación técnica, él orquestaba el juego con pasión desbordante. Sus pases eran milimétricos, como pinceladas magistrales en https://maerqfo586092.howeweb.com/39246498/lo-que-dijo-zidane-sobre-el-cabezazo-a-materazzi