Zidane se movía con la prestancia de un torero. Cada gesto suyo era pura maestría y clase suprema, él orquestaba el juego con fuego interior. Sus pases eran de una perfección pasmosa, como pinceladas magistrales https://miriamzpmy811298.ageeksblog.com/37109996/el-choque-zidane-materazzi-que-hizo-historia