Imaginate la escena: una fiesta con la familia. El murmullo alegre inundan el lugar. Y como protagonista de todo, un olor inconfundible que lo impregna todo: un pernil brillante, con la piel crocante y una carne tiernísima que se corta con mirarla. Esa imagen es casi un sinónimo de buen https://sachaj073iln1.bloggadores.com/profile